Los jóvenes y las organizaciones sociales

Cuarto Trimestre
Boletin de Divulgación
Escrito por: Lic. Carolina Murillo Quintero
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El reconocimiento de los jóvenes como sujetos políticos surgió durante el siglo XX, se debió a que este grupo social vivió al margen y no siempre fue reconocido, pero esto se logró mediante procesos que se fueron dando en todo el mundo, entre finales de la segunda revolución industrial y el siglo XX, donde el desarrollo del Estado liberal, la democracia y el capitalismo, logro crear cambios en la forma de vida de las y los jóvenes, “cuando diversas reformas en la escuela, el mercado de trabajo, la familia, el servicio militar, las asociaciones juveniles y el mundo del ocio, permitieron que surgiera una nueva generación consciente de crear una cultura propia y distintiva, diferente a la de los adultos” (Feixa, 2006).

Con la llegada de la segunda revolución industrial y los grandes cambios generados en las ciudades Europeas, el concepto de la juventud surgió bajo el esquema de una nueva organización de trabajo de los jóvenes para su integración en los nuevos procesos de producción y la separación de los jóvenes dentro de la economía tradicional y familiar, la historiadora Sandra Souto menciona que esta cambio se dio gracias a la gran concentración de gente joven dentro de las grandes ciudades, pues estos jóvenes eran los que principalmente se trasladaban a las ciudades para trabajar y relacionarse entre ellos.

Esta concentración de jóvenes en las grandes ciudades, llevo a que se adoptaran nuevas medidas de control social, como reformas penitenciarias que implicaba la creación del sistema como educativos, de correccional para jóvenes y tribunales de menores, que ponían de manifiesto el reconocimiento social de una nueva categoría de edad, generando diversas implicaciones dentro del estatus de los jóvenes mientras que unos podían retrasar su incorporación alt mundo laboral y dedicarse al aprendizaje en instituciones educativas como escuelas e internados, los jóvenes obreros fueron condenados a paros forzosos, a la calle, prisiones y tribunales de menores, “todo eso formaba parte del reconocimiento social de un único status a quienes ya no eran niños pero que aún no eran plenamente adultos” (Feixa, 2006). Con el surgimiento de las guerras a principios y mediados del siglo XX, se transforma la situación de los jóvenes, sobre todo por el papel que jugaron para adaptarse a la formación militar de la guerra, ya que esta organización juvenil marcaría toda una época fundamental en la movilización social y política de ese periodo de jóvenes progresistas de todo el mundo, debido a la importante cantidad de jóvenes varones que marchaban a la guerra y la situación de las mujeres al tener que hacerse cargo de la familia y de trabajar, ocasionando una configuración dentro de las relaciones sociales y culturales, provoco la necesidad de toma de decisión por parte de los jóvenes dentro de esos años.

Durante esos procesos de cambios la República Mexicana también empezó a impulsar cambios dentro del estado, en especial con la celebración del Año Internacional de la Juventud de 1985, ésta adquirió cierta relevancia dentro de la agenda gubernamental, donde las manifestaciones juveniles evidenciaron la necesidad de ser reconocidos como nuevos actores sociales, por ende el gobierno mexicano inicio reformas y la aplicación de políticas institucionales específicas hacia la juventud, en las cuales se establecieron marcos normativos con miras a mejorar la situación de los jóvenes. “De allí a nuestros tiempos, las instituciones, las acciones y los discursos que se han diseñado específicamente para la población joven han tomado diferentes derroteros según las intenciones de los grupos de poder y su visión sobre el “ser” y el “deber ser” de la juventud” (Marcial, 2015).

A partir de estos cambios en la estructura dentro del gobierno y la sociedad mexicana durante el periodo de Lázaro Cárdenas se empezaron a desarrollar numerosas organizaciones juveniles socialistas las cuales establecían alianzas y firmaban pactos entre ellas, “pasando de " juventudes socialistas mexicanas" a " juventudes socialistas unificadas de México", para finalmente formar una sola organización” (Gardet, 2018), la Confederación de Jóvenes Mexicanos (CJM) en 1938, la cual era una organización central en la que se unificaron los estudiantes universitarios y normalistas que respaldaron a la educación socialista y al resto de las reformas planteadas por el gobierno cardenista y la Central Única de la Juventud (CUJ) en 1939.

Debido a las demás organizaciones estudiantiles, cuyo objetivo era llamar la atención del gobierno y sus dependencias hacia sus necesidades, empiezan a surgir por primera vez una institución pública diseñada específicamente para la atención de un sector de la población juvenil de México como:

Oficina de Acción Juvenil (OAJ) en 1942: se crea con la intención de atender a las organizaciones estudiantiles, donde se centraban las demandas de estas organizaciones provenientes de todo el país.

Instituto Nacional de Juventud Mexicana (INJM) en 1950: esta institución fue creada con el propósito de atender a las personas de entre 15 y 25 años, para proporcionar capacitación en las áreas de la cultura, del trabajo y la ciudadanía, con el apoyo de la Secretaria de Educación Pública, en el cual se buscaba una mayor participación de las universidades para impulsar a los estudiantes a colaborar en brigadas, y así desarrollar una conciencia ciudadana.

Centros de Integración Juvenil creada a finales de la década de los 60’s encargadas específicamente del trabajo contra las adicciones y para la prevención y curación de éstas.

La época de los 60´s del siglo XX, marco diversas transformaciones políticas y económicas, las cuales aceleraron el crecimiento industrial, urbano y demográfico del país, esto se vio reflejado en el aumento de la población joven en el ámbito social, creando complicaciones en la situación del país, reflejando cómo no toda la sociedad mexicana estaba de acuerdo en el modelo de disciplina que el régimen autoritario del Estado imponía a la sociedad, lo que originó distintos movimientos de protesta como el de los ferrocarrileros, los médicos y el estudiantil, este último represento un momento crucial en el proceso del cambio político, pues la represión del que fue objeto, los intereses políticos se hicieron presentes con la intención de frenar el movimiento, las consecuencias inmediatas hicieron evidente con la política de contención hacia los jóvenes de izquierda fue la represión sistemática que derivo en la matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, esto origino la necesidad de replantear las formas de la participación ciudadana y su relación con el aparato público, así como a las nuevas prácticas culturales juveniles que surgieron en la época.

Como consecuencia de los acontecimientos del Movimiento del 68 y la desacreditación a la imagen presidencial y la deteriorada relación entre la estructura gubernamental y la sociedad civil, se reforma el artículo 34 constitucional, con lo cual se buscaba sumar a la juventud dentro de la vida política, con la reducción de edad para el goce de derechos políticos derecho de ejercer el voto a partir de los 18 años. También se reestructura e Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (INJM) como consecuencia de la nueva realidad del sector juvenil, mostrándose más participativo y crítico de la realidad sociopolítica, para 1977 el Presidente José López Portillo impulsa el marco del Programa de Reforma Administrativa del Gobierno Federal, creo el Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA), esta institución nace como un organismo público descentralizado y una política transversal, en la cual se propuso canalizar recursos públicos para atender a las y los jóvenes con el objetivo de impulsar programas con mayor alcance y políticas públicas hacia la juventud en las áreas de salud, demandas jurídicas, problemas sociales y de empleo.

Para 1988, desaparece CREA y su lugar se crea la Comisión Nacional del Deporte (CONADE), como órgano encargado de la promoción y el fomento del deporte y la cultura física, esta institución también absorbió las funciones que realizaba el CREA y solo mantuvo una pequeña oficina conocida como la Dirección General de Atención a la Juventud (DGAJ), organismo especializado en atención de la juventud.

En 1999 se crea Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), organismo que brinda fortaleza, seriedad y continuidad a las políticas públicas federales que fomentan desarrollo y atención de la juventud mexicana, este diseñó aplicó la primera Encuesta Nacional sobre Juventud con todo el propósito de generar la información necesaria para conocer la diversidad juvenil de México, y desde allí diseñar mejor las políticas públicas hacia el sector juvenil, logrando avanzar significativamente entre 1999 y 2000 en el trabajo de restablecer el enlace entre el gobierno y los jóvenes en México, centrando sus acciones en 19 programas o áreas de trabajo, las cuales son:

  • 1) Investigación e integración de políticas juveniles;
  • 2) Bienestar y recreación;
  • 3) Derechos humanos;
  • 4) Empleo, capacitación y bolsa de trabajo;
  • 5) Empresas juveniles;
  • 6) Premios y certámenes nacionales;
  • 7) Equidad de género;
  • 8) Apoyo a jóvenes indígenas;
  • 9) Cuidado del medio ambiente;
  • 10) Prevención de adicciones;
  • 11) Sexualidad y salud reproductiva;
  • 12) Servicio social;
  • 13) Servicios juveniles y apoyo a manifestaciones culturales;
  • 14) Asesoría y vinculación con organizaciones;
  • 15) Centros interactivos;
  • 16) Evaluación y análisis institucional;
  • 17) Coordinación sectorial y regional;
  • 18) Comunicación y difusión; y,
  • 19) Cooperación internacional” (Marcial, 2015).

Para mediados del año 2002, se llevó a cabo la labor del diseño del Programa Nacional de Juventud 2002-2006, este se creó como “un mecanismo de participación de las y los jóvenes, así como de las organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas, entidades gubernamentales y partidos políticos que trabajan con y para ellos a nivel municipal, estatal y federal, para traducir sus demandas y propuestas en políticas que multipliquen las oportunidades de desarrollo y la incorporación plena de las y los jóvenes al desarrollo del país” (Marcial, 2015).

Derivado de lo anterior, no se representaron cambios cualitativo ni cuantitativo sobre las políticas públicas en materia de juventud, ya que estas la sociedad requiere encontrar formas de organización que permitan destacar que los jóvenes de hoy se caracterizan por ser ampliamente solidarios, así como por tener una red de comunicación eficiente que genera movilizaciones en poco tiempo a una escala global gracias al uso de las tecnologías de la comunicación. Sin embargo, por el corto plazo con el cual se desarrollan, sus demandas producen movilizaciones que no alcanzan la madurez para convertirse en un movimiento con estructura y formación políticas.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Generación XX. Teorías sobre la juventud en la era contemporánea. Consultado en: https://repositori.udl.cat/bitstream/handle/10459.1/47459/010672.pdf?sequence=2&isA llowed=y
Políticas públicas de juventud en México: discursos, acciones e instituciones. Consultado en: http://ixaya.cucsh.udg.mx/sites/default/files/caleidoscopio1.pdf
El escenario sociocultural de los jóvenes en México. Consultado en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4252454.pdf
Los estudios sobre la juventud en México. Consultado en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-0565201100030000 7
Juventud mexicana, juventud ejemplar - Estampas y estigmas en las narrativas oficiales, México 1958-1976. Consultado en: https://journals.openedition.org/nuevomundo/73821

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